Soy egresada de la Universidad Autónoma de Campeche, de la Facultad de Ciencias y Humanidades en la especialidad de Literatura. Al terminar mis estudios profesionales me invito un amigo mío, el Ing. Santos Efrén Yam q.d.e-p. (Fundador de los Colegios de Bachilleres de Campeche) a dar clases de Literatura y Taller de Lectura en el Colegio de Bachilleres. En ese entonces se estaban creando las escuelas de Bachillerato en Campeche y el de Hecelchakán ,donde yo inicie como profesora, fue el primer plantel del estado. Nunca había dado clases y apenas estaba egresando. Como no tenía trabajo acepte. Eran pocas horas, pero me parecían miles. No tenía experiencia en docencia. El Ingeniero me hizo tomar cursos de didáctica. En realidad la mayoría de los maestros que invito estaban egresando de sus carreras. El era muy estricto y exigente con nosotros pero, muy pendiente de las necesidades que teníamos como profesores. Me costó trabajo, no me gustaba hablar en público. Para guardar mi nerviosismo me portaba muy estricta con mis alumnos. Hoy me siento muy a gusto con mi trabajo, con mis alumnos, con mis compañeros (la mayoría de ellos iniciaron en el mismo años que yo). Me he dado cuenta que la disciplina, el respeto y la comunicación entre el maestro y el alumno, ayudan mucho para llevar a cabo el proceso de enseñanza- aprendizaje en el modelo que sea.
Trabajar en este nivel requiere de mucha preparación en todos los aspectos. Nuestros alumnos son jóvenes de entre 15 y 18 años, en plena adolescencia, con problemas familiares, económicos y con una crisis de identidad y de valores. Época en la que disfrutan de hacer lo contario de lo que se les indique. Jóvenes llenos de energía, que experimentan y sobre todo que se encuentran necesitados de apoyo y de ser orientados y escuchados. E ahí la importancia de nuestro trabajo; con estos alumnos convivimos 8 horas al día. Esto nos permite influir en ellos. La seriedad y el compromiso con nuestra docencia y con nuestros alumnos es determinante para formar no solo jóvenes sanos y exitosos , sino también contribuir en la conformación de una sociedad próspera y de un país competitivo. Pienso que el verdadero maestro es aquel que pone el alma en su trabajo y no finge ni ensaya, mucho menos improvisa sus clases , sino que las planea y las lleva a cambo con seriedad y compromiso, teniendo siempre presente que tiene en sus manos a un ser humanos que se esta formando para vivir con éxito.
Experiencias
Creo que nuestra satisfacción radica en la seguridad de haber cumplido con mucha seriedad y compromiso con cada una de nuestras clases y terminar el día con la tranquilidad de haber hecho todo lo que estaba en nuestras manos.No me satisface el hecho de tener limitado el tiempo para los temas y la forma en que se evalúa a los alumnos( exámenes escritos de 30 preguntas de opción múltiple con un valor del 70% de la calificaciòn)
domingo, 6 de junio de 2010
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